La siguiente investigación ha sido realizada por especialistas de las universidades de Yale y Harvard, el Hospital General de Massachusetts, y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Aunque el estudio incluyó sólo a 20 participantes, experimentados en meditación budista, los resultados son significativos, según Jeremy Gray, profesor de psicología en Yale y coautor del estudio dirigido por Sara Lazar, psicóloga en el Hospital General de Massachusetts.
"Lo más fascinante para mí es que la práctica de la meditación puede cambiar la sustancia gris de cualquiera", destaca Gray. "Los participantes del estudio fueron personas corrientes, con trabajo y familia. Sólo meditaban un promedio de 40 minutos diarios. No se requiere ser un monje budista".
Las imágenes por resonancia magnética mostraron que la práctica regular de la meditación está asociada con un incremento del espesor de un subconjunto de regiones corticales relacionadas con la percepción sensorial, auditiva, visual e interna, incluyendo algunas asociadas a la frecuencia cardiaca y respiratoria. Los investigadores también encontraron que la práctica regular de la meditación puede disminuir el adelgazamiento de la corteza frontal relacionado con el envejecimiento.
La mayoría de las regiones identificadas en este estudio se encontraron en el hemisferio derecho. Este hemisferio es esencial para la habilidad de mantener la concentración, que es una práctica central de la meditación.
Los investigadores creen que otras modalidades de yoga y meditación probablemente tienen un impacto similar en la estructura cortical, aunque cabe esperar que cada tradición tenga un patrón ligeramente diferente de engrosamiento cortical dependiendo de los ejercicios mentales implicados.
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