PASOS
Siéntese en el suelo con las piernas juntas y estiradas.
Doble la pierna izquierda hacia dentro y coloque el pie izquierdo debajo de las nalgas,
sentándose sobre el mismo.
Flexione a continuación la pierna derecha y crúcela por encima de la izquierda, depositando
el talón del pie derecho en el nacimiento del muslo izquierdo.
Manteniendo el tronco y la cabeza erguidos, pase el brazo izquierdo por encima hacia la
espalda y el brazo derecho por debajo también hacia la espalda, juntando (o agarrándose si
puede) tanto como le sea posible las manos en la espalda.
Mantenga la postura el tiempo indicado, con una respiración pausada, y deshágala
lentamente para efectuarla invirtiendo la posición de piernas y brazos.
Tiempo
Un minuto. Una sola vez por cada lado.
Beneficios
. Tonifica vigorosamente los músculos dorsales, pectorales, deltoides y trapecio. Ejerce un
beneficioso masaje sobre el pecho y la espalda, ensancha la caja torácica y combate la
rigidez de la articulación del hombro.
. Combate la rigidez de las articulaciones y músculos de las piernas.
. Aumenta la capacidad respiratoria.
. Estimula el funcionamiento de las glándulas hipófisis y epífisis.
. Previene las hemorroides, las varices y el envejecimiento prematuro de las articulaciones.
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