PROSPERIDAD Y ÉXITO SEGÚN YOGUI BHAJAN - La conciencia del ser




Ganarse la vida es tan elemental, es tan importante que pasamos la mayor parte de nuestro día en el trabajo y muchas veces se sigue hablando de ello en el hogar.

Pero, ¿Cuántas personas tienen su trabajo integrado a su vida, a sus valores?.

¿Cuantas tienen la prosperidad y el éxito que quisieran tener?. ¿Cuantas tienen una actitud correcta respecto del dinero y de las relaciones humanas dentro de los negocios?. ¿Es posible una síntesis entre lo material y lo espiritual?

La respuesta es si, existen leyes naturales que gobiernan todas estas interrogantes; hemos tenido el privilegio de aprenderlas y queremos compartirlas a fin de crear, a partir del individuo, una sociedad mejor, eficaz y al mismo tiempo humana.

Usamos mucho la palabra "suerte" en los negocios. En realidad, la "suerte' no existe. La prosperidad es un flujo natural de oportunidades, que por el hecho de tener bloqueos mentales o falta de conocimiento, no lo aprovechamos como deberíamos.
El éxito es un derecho natural de cada hombre, pero que no aprovecha por falta de comunicación adecuada, por no organizar o planificar sus actividades, por dejarse llevar por la inseguridad, la ambición, el apego o la duda.


Le tememos al éxito, puesto esto nos obliga a asumir un compromiso o responsabilidad. Le tememos al fracaso, y por lo tanto, no hacemos lo que podríamos hacer, porque existe la posibilidad de que fallemos; luego es mejor pensar y soñar, que hacer.


Queremos recibir sin dar y puede que obteníamos ganancias a corto plazo, pero siempre se termina cumpliendo con la ley universal. Todas estas actitudes derivan en excusas:: "si no fuera por los años", "si tuviera tiempo', 'si tuviera dinero", 'si tan solo supiéramos".


Y algo muy interesante, las actitudes básicas que asumimos en los negocios, son las mismas que asumimos en la amistad, en el matrimonio. Basta con observar la forma en que manejas tu auto, para saber como manejas tu negocio.
No es independiente de ti.



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