En la tradición budista hay cinco ejercicios de meditación y cada uno es un antídoto
para cada uno de los "Cinco Venenos" (la distracción, la ira, el deseo, el engreimiento
y la ignorancia).
Para empezar, analizaremos el Veneno de la distracción o la tendencia
en la que cae la mente de saltar de una cosa a otra. Hablamos de que la gente tiene
una "mente de saltamontes" o una "mente de mariposa", con lo que queremos decir
que es incapaz de asentarse en una cosa específica por Un periodo de tiempo particular.
Como lo pone T.S. Elliot, es el "distraerse de una distracción a causa de otra" .156
Esta frase casi llega a resumir la vida moderna; es un proceso constante cada día,
cada semana- de "distraerse de una distracción por otra". El antídoto para este
veneno, por lo menos como estado mental, es la práctica del Seguimiento de la
Respiración.157 No hay necesidad de describir la práctica dado que estamos
familiarizados con ella, como la practicamos en nuestras clases de meditación con
el AOBO. La concentración enfocada en el proceso de la respiración es el antídoto
para todas nuestras distracciones.
El segundo Veneno es la ira; para el que su antídoto es bastante simple: la Metta
Bhavana,158 el desarrollo del amor universal, la hermosa práctica que muchos
hayamos extremadamente difícil. Sin embargo, a pesar de ser difícil es familiar, dado
que también la practicamos en nuestras c1ases.159 Mucha gente sabe, a partir de su
experiencia, por lo menos ocasional, que la emoción particular hacia ira puede
desaparecer por medio de esta práctica -el desarrollo consciente e intencionado del
amor y la buena voluntad con respecto a todos los seres vivos-. Así logramos erradicar
el Veneno de la ira a través del desarrollo del amor universal.
En tercer lugar, llegamos al deseo; el que en cierta forma es el Veneno por excelencia.
No es sólo un "deseo", sino mas bien un "deseo neurótico". Si usamos el ejemplo de
la comida podemos decir que todos tenemos un deseo hacia la comida y la disfrutamos
en general, lo que es bastante normal y sano. Sin embargo, se convierte en neurótico
cuando tratamos de usarla como substituto para otra necesidad, ya sea mental o
emocional. Tan solo anoche, estaba leyendo un artículo por alguien que escribe en
revistas para chicas, en el que decía que muchas chicas que leen la revista escribieron
para decir que cuando se ven confrontadas por problemas emocionales sienten un
deseo incontrolable de comer caramelos. Este es un deseo neurótico.
Como podemos ver, el deseo neurótico es con facilidad un problema especialmente
en la actualidad. Hay toda una industria dirigida a la estimulación de nuestros deseos
neuróticos y nada más. Esta es, por supuesto, la industria de la publicidad o como
quiera que queramos llamarla. Se encuentra dirigida a convencemos, con o sin nuestro
conocimiento, de que "tenemos" que poseer esto o aquello. De hecho, podemos decir
que la industria publicitaria es la menos ética de todas las profesiones.
El cuarto Veneno es el engreimiento; el término original a veces se traduce como
"orgullo", pero yo pienso que "engreimiento" es una mejor traducción, Todos
conocemos el engreimiento por experiencia propia, por lo que no necesitaré decir
mucho al respecto. Puede describírsele como la experiencia de uno mismo, sintiéndose
como algo separado, y no solamente separado sino aislado, es mas, no sólo aislado
sino además superior.
El antídoto para este Veneno es la meditación de los Seis Elementos; los seis elementos
son: tierra, agua, fuego, aire, éter o espacio (akasa en sánscrito) y conciencia.
¿Cómo se practica esta meditación? Primero meditamos pensando en la tierra:
reflexionamos que en nuestro cuerpo físico existe el elemento sólido tierra, en la
forma de carne, hueso. Nos damos cuenta de cómo estos provienen del elemento
tierra del universo y que al morir, nuestra carne y huesos se desintegraran regresando
a la tierra en el universo. Se piensa y reflexiona de esta manera, aunque esto es sólo
un bosquejo de la práctica, la que es mucho más elaborada.
El quinto Veneno es el de la ignorancia, el que se refiere a la ignorancia espiritual o
la falta de conciencia de la Realidad -en cierto sentido la corrupción básica-. El
antídoto para este es la meditación de los "Vínculos" (nidanas) de la Coproducción
Condicionada. Hay veinticuatro vínculos, doce mundanos que pertenecen al orden
cíclico de la existencia y doce que pertenecen al orden espiral de la existencia. Mientras
que los primeros doce representan la Rueda de la Vida, los segundos doce representan
los estadios del Sendero. Un grupo corresponde a la mente condicionada y el otro a
la mente creativa.
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Un articulo buenisimo.
ResponderEliminarLo dificil sera aplicarlo.Gracias por compartilo
Fina